Marihuana medicinal:¿De planta maldita a remedio milagroso?
Mientras el Congreso debate un proyecto de ley sobre la regulación de la marihuana medicinal en Colombia, decenas de microempresarios, que tienen productos a base de cannabis, esperan poder comercializarlos libremente. ¿Qué se regularía? ¿Por qué? ¿Cuáles son sus beneficios o efectos negativos? ¿Qué apoyo tiene la iniciativa? ¿Cómo funciona el mercado en Colombia? ¿Cómo lo hace en el mundo? El País responde a este y otros interrogantes en este especial multimedia sobre una propuesta que, de aprobarse, podría cambiar la historia de la lucha contra las drogas en Colombia.
Doña Ruth de Salas ya no podía caminar. Cada vez que lo hacía el dolor en la rodilla derecha la sentaba, debido a una artrosis severa por la que ya estaba en lista de espera para una cirugía.
Entonces, mientras esperaba a que en su EPS en la ciudad de Villavicencio le asignaran quirófano, desde Cali le enviaron una opción distinta: un gel hecho de marihuana, coca y caléndula (entre otros ingredientes), producido en la zona rural de la ciudad y que, según le explicaron, ayuda con las inflamaciones y los dolores del cuerpo.
Ruth comenzó a usar el gel y, poco a poco, el panorama de su salud cambió drásticamente. Después de unas semanas el dolor dejó de controlar su vida y comenzó a salir de casa otra vez. Hoy, dos años y medio después, no ha tenido que operarse y el gel también es usado por su madre, quien igualmente padece de artrosis.
El suyo es solo uno entre muchos casos de colombianos que aseguran haberse curado de diversas dolencias gracias al uso de productos medicinales hechos a base de la planta de Cannabis, conocida popularmente como marihuana.
La decisión se tomará frente a un proyecto de ley que presentó el 21 de julio pasado el senador Juan Manuel Galán (Partido Liberal), y que propone “crear un marco para la regulación del cannabis en el territorio nacional colombiano, con fines terapéuticos, medicinales o científicos”. La discusión oficial comenzará el próximo 11 de noviembre.Y por casos como el suyo es que el Congreso de la República se apresta a iniciar oficialmente uno de los más interesantes debates que se haya dado en los últimos años en Colombia, para decidir la respuesta a una pregunta: ¿se debe o no permitir el uso de la marihuana para efectos medicinales en el país?
El proyecto busca reglamentar otra norma - el acto legislativo 02 de 2009, con el que se modificó el Artículo 49 de la Constitución -, la cual creó un vacío jurídico al señalar vagamente que “el porte y el consumo de sustancias estupefacientes o sicotrópicas está prohibido, salvo prescripción médica”.
Pero esto, que en el papel ya es un hecho, ha prendido la polémica en el país. El proyecto de ley cuenta con el respaldo del presidente Juan Manuel Santos, e incluso el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, afirmó la semana pasada que “en muchos aspectos fumar marihuana es más seguro que consumir alcohol”. Pero otras voces han alertado que las consecuencias negativas de permitir el uso de la marihuana medicinal pueden ser mayores a los beneficios.
Preocupa, por ejemplo, que la regulación del mercado medicinal dé pie a la legalización del uso recreativo de la hierba, como lo considera el procurador general, Alejandro Ordóñez.
“En el contexto internacional, cuando se pretende legalizar la droga, se ha empezado primero por la legalización de la marihuana para efectos terapéuticos y acto seguido con la legalización para efectos recreativos”, dijo el jefe del Ministerio Público.
Otra voz en contra es la del presidente del Congreso, José David Name, quien sostiene que “en Colombia no es tan fácil decirle a la gente que si fuma marihuana se va a curar o le va a ir bien”.
Pero el senador Galán, proponente del proyecto, hace una precisión.
“No hablamos ni de marihuana ni de legalización, sino de cannabis medicinal y de regulación. Somos estrictos en la definición porque la marihuana contiene muchísimas otras sustancias, que la mayoría no han sido estudiadas. Pero dentro de ella hay cannabinoides medicinales que han sido identificados por el efecto positivo que tienen en el tratamiento de varias enfermedades crónicas y terminales, por su poder analgésico y ansiolítico. Hablamos de regulación porque la legalización es un término que no tiene definición y es asociada a la permisividad”.
Esta diferencia de opiniones también se vive en el campo científico, donde no parece haber un acuerdo sobre la conveniencia del consumo terapéutico de la planta. Mientras que algunos médicos recomiendan su uso en casos de extremo dolor o para tratamientos como el glaucoma, otros se declaran en contra.
Jorge Quiñónez, toxicólogo de la Secretaría de Salud de Cali, afirma que la marihuana “no hace nada que otros medicamentos no hagan” y que su consumo puede crear dependencia e incluso intoxicaciones”.
Carlos Minotta, médico de la Universidad del Valle y especialista en Medicina Tropical, sostiene que "hoy la OMS ha ampliado más la definición que tenía de salud y se acepta que cualquier método o sistema que produzca beneficio al paciente no se debe rechazar, sino que debe ser un coadyudante de la medicina tradicional, como es el caso de la marihuana"
El tema que se apresta a estudiar el Congreso colombiano también es origen de una controversia académica de alcance mundial, en la que no se ha llegado a un punto medio.
En el 2009, la Universidad de Washington publicó el estudio “Uso medicinal del cannabis en los Estados Unidos: perspectiva histórica, tendencias actuales y futuras direcciones”, en el que se analizan 33 ensayos clínicos realizados desde 1971. La conclusión es que estas investigaciones demuestran los beneficios de la planta, especialmente cuando sus componentes son usados como analgésicos.
Los profesores estadounidenses Beau Kilmer y Mark Kleiman, considerados autoridades en el análisis sobre el cannabis, publicaron el libro ‘Legalización de la marihuana: lo que todos necesitan saber’. Allí afirman, entre otras cosas, que el cannabis puede aliviar los síntomas de enfermedades como el Sida, algunos tipos de cáncer, el glaucoma, la artritis, la esclerosis múltiple, el síndrome de Tourette, la fibromialgia y la epilepsia.
Sin embargo, otros estudios advierten de las consecuencias negativas que puede tener el
consumo regular en aspectos como el desarrollo intelectual del ser humano. Es el caso
de un análisis hecho por Wayne Hall, del King's College de Londres y la Universidad
Queensland de Australia, que revisó investigaciones hechas entre 1993 y 2013 sobre los
efectos que tiene la marihuana en la salud.
Según este análisis, quienes empezaron a consumir marihuana en su adolescencia están
más expuestos a desarrollar dependencia, episodios psicóticos o problemas de memoria.
También indica que uno de cada seis adolescentes crea dependencia a la droga y que
además su desarrollo intelectual se ve afectado, pues tienen un menor rendimiento escolar.
Los estudios han llegado a contradecirse entre sí y por la prohibición misma de la planta no
han tenido la dimensión suficiente para ser concluyentes.
Incluso donde se permite su uso medicinal, las entidades estatales advierten que los riesgos
para la salud pueden incluir disminución de la memoria a corto plazo; alteración en el juicio
y la toma de decisiones; cambios en el estado de ánimo, entre ellos severa ansiedad o
paranoia
texto extraído de http://www.elpais.com.co/elpais/especiales/marihuana-medicinal/
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